domingo, 10 de agosto de 2014

HORTELANOS

Durante estos meses del verano, las huertas comunales de nuestro pueblo sirven de reunión, sobre todo por las mañanas, de todo tipo de hortelanos. Como suele decir el refrán, cada maestrillo con su librillo. Así pasa entre los vecinos de Ucar y los hortelanos que tenemos de fuera cultivando sus verduras y hortalizas en estos fértiles terrenos. Es muy dura la competencia, y el orgullo de tener la mejor explotación hortícola hace que cada uno de ellos se esmere al máximo en conseguir las mayores patatas, las mejores lechugas o los más exquisitos tomates.
Los que tenemos la gran suerte de que nos traigan a casa todo tipo de productos recién cogidos, no sabemos valorar el esfuerzo y dedicación que esta labor supone para todas estas personas, que día tras día, bajan al regadío a trabajar por conseguir los mejores frutos.
Dando una vuelta por las diferentes huertas, vemos que hay todo tipo de instalaciones para conseguir una mayor eficiencia productiva. Desde chapas de todos los tamaños y colores (que por cierto, en nada favorecen a la belleza del paisaje), pasando por tablas para hacer abrigo y llegando hasta las más sofisticadas instalaciones.
En una de ellas me  he detenido para hacer un reportaje fotográfico. Y es que, sinceramente, creo que se lo merece, por la excelente organización y equipación de dicha huerta. Me estoy refiriendo a la de Ubaldo Villafranca. No le falta el más mínimo detalle. Esta cercada con una red para protegerla del aire y del frio y en lugar de las típicas canteras hechas a mano aparecen unos espacios delimitados por material de construcción. Por supuesto, cada uno de ellos con su correspondiente riego por goteo.
De esta manera, la productividad aumenta. La única duda que tenemos es si ahora, para terminar el ciclo productivo, la obtención de la excelente cosecha se va a destinar a la exportación. 

He aquí unas imágenes de la huerta





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